En esta entrada de blog vamos a enseñaros como plantar arándanos correctamente en vuestro huerto, jardín o terraza con las correspondientes diferencias respecto a realizar una plantación de arándanos para uso comercial. Paso a paso iremos explicando la mayoría de dudas que os surgen a la hora de comprar y plantar arándanos.
Sí queremos tener éxito con nuestras plantas de arándano y producir fruta durante muchos años, debemos tener en cuenta una serie de factores a la hora de plantar arándanos: selección de variedades correctas, tipo de suelo o sustrato, altitud, distancia entre plantas, riego, abonado o floración. Y todas ellas las iremos desgranando paso a paso a continuación.
¡Solo se planta una vez! Por lo que es importante tener en cuenta todos estos factores. Así pues vamos allá con la primera y la más frecuente pregunta que nos hacéis:
Al igual que ya os explicamos de manera general para todos los frutos rojos en la sección de preguntas frecuentes, la época más recomendada para plantar arándanos va desde comienzos de otoño hasta mediados de primavera. Cuando plantamos arándanos, tanto en suelo como en maceta, provocamos un pequeño estrés a la planta, pero si esto lo hacemos cuando las temperaturas no son altas y las plantas están en parada vegetativa (invierno) o bien con una actividad fotosintética baja (otoño/primavera) no vamos a tener absolutamente ningún problema con las plantas de arándano. La idea es evitar los meses de más calor, principalmente verano y así evitar riesgos normalmente por falta de agua (estrés hídrico).
De todas formas con nuestras plantas en maceta y sobre todo, las plantas grandes cuyo sistema radicular es muy grande y está muy desarrollado, se puede plantar incluso en verano, pero si es necesario tener un riego previamente instalado para en cuanto plantemos, darle riegos abundantes los primeros días a la planta de arándano para facilitar su adaptación y reducir el estrés de plantación. También es recomendable si plantamos en verano hacerlo a primera o última hora del día para evitar las máximas temperaturas.
A la hora de colocar la planta de arándano en el suelo o sustrato, se debe plantar dejando la superficie del cepellón ligeramente enterrado, nunca más de 1 cm, y apretando la tierra de su alrededor para evitar la formación de bolsas de aire. Si el cepellón se entierra en exceso, tendremos pocos brotes nuevos desde la base y si por el contrario se entierra poco, la planta quedará inestable y podrá dañarse, además de verse afectado su desarrollo radicular.
Muy importante abrir siempre el cepellón de vuestras plantas antes de ponerlas en el suelo como os explicamos aquí.
Debemos tener en cuenta que los frutos rojos, son originarios en su mayoría de zonas de sotobosque, es decir, crecen a la sombra de los árboles. Por tanto salvo en zonas templadas como el Norte de España, donde se pueden cultivar en orientación soleada (Sur), en el resto de España es recomendable plantar en orientación sol y sombra. Por ejemplo podemos buscar una orientación soleada por las mañanas y de sombra por las tardes.
En caso de no tener una orientación sombreada, o bien colocamos una estructura ligera de sombreo o en caso contrario, debemos aumentar considerablemente la frecuencia de riego, si las plantas van a estar todo el día a pleno sol.
Para nada, la adaptación es la misma y con una planta grande de arándano todo será mucho más rápido y sencillo, en especial, los primeros años del cultivo. Por eso cada vez más gente, tanto agricultores como aficionados, usan nuestras plantas de arándano XL.
Se pueden plantar arándanos hasta los 1.400 metros de altitud sin problema. Según varios ensayos en el Pirineo, a partir de esa altitud su desarrollo se ralentiza y a partir de 1.600 - 1.700 metros se hace muy complicado su cultivo.
Los arándanos necesitan suelos ácidos, ligeros y de buen drenaje para su correcto desarrollo. ¡Pero tranquilos! Es fácil de conseguir un suelo ácido y la mayoría de las veces ya tenemos suelos ligeramente ácidos.
En el caso de que tengamos un suelo arcilloso o pesado, es cuando sí o sí debemos corregirlo y acidificarlo. Y la mejor opción es hacer una poza/agujero de 1 metro de diámetro y 40 cm de profundidad. Desechamos la mitad del suelo extraído y mezclamos ese 50% con corteza de pino, turba rubia o tierra ácida, para asegurarnos de que las raíces están en un suelo ácido y nuestras plantas de arándano crezcan correctamente. En caso de suelos ligeramente alcalinos o arcillosos, el porcentaje a mezclar será suficiente con un 20-25%.
¡ATENTO! Añadir corteza de pino solo en la superficie tiene un efecto antihierba pero poco acidificante. Muchas veces pensamos que con esto es suficiente y no es así, para acidificar bien el suelo se debe mezclar la corteza de pino con el propio suelo para que esté en contacto con las raíces, ya que si la añadimos por arriba, su poder acidificante disminuye mucho.
A modo de recomendación y sea cual sea vuestro tipo de suelo, nunca está de más añadir algo de corteza de pino mezclada con nuestro suelo, que además de hacer el suelo más ligero (y aporta más oxígeno), lo acidifica a medida que se degrada.
En caso de cultivo en maceta, jamás se puede usar tierra del suelo ya que debido a su alta densidad aparente, hará que se quede como hormigón y las raíces no podrán desarrollarse. ¡Siempre se debe usar un sustrato ácido específico para macetas!
La distancia entre plantas de arándano (Vaccinium corymbosum), arándano rosa o arándano rojo recomendada es de 70 cm a 1 metro, dentro de una misma línea. Se pueden plantar a más distancia pero tendremos plantas muy grandes y que nos harán un poco más tediosa la poda. Por otro lado, no es recomendable juntarlas más, ya que perderemos producción.
En el caso concreto de las plantas del género Vaccinium ashei conocidas como “Rabitteye” u “Ojo de conejo” como las variedades Centra blue o Skyblue, es recomendable usar 1 metro de separación debido al mayor tamaño de estas plantas.
En cuanto a la separación entre calles o líneas de plantación, es decir, el pasillo entre ambas, hay grandes diferencias entre plantación profesional que ronda los 3 metros y en caso de huerto o jardín. Para este último caso, que no solemos necesitar maquinaría grande para el cuidado o laboreo de la calles, se puede dejar una distancia entre calles de unos 2 a 2,5 metros.
Y una vez respondidas estas preguntas es inevitable hacerse la siguiente pregunta:
Hoy en día disponemos de variedades adaptadas a casi cualquier clima, en especial, del arándano azul; Desde las zonas más frías de España como Castilla la Mancha, Soria o el Pirineo hasta las zonas más cálidas como Murcia, Madrid, Barcelona o Sevilla.
Técnicamente las variedades se clasifican según sus necesidades de frío, lo que agronómicamente se llama “Horas de frío” y que os explicamos en la sección de preguntas frecuentes. Pero como este dato casi nunca lo sabemos y tampoco se comprende correctamente, en nuestra web encontraréis en cada variedad sus principales características y así de manera muy sencilla podéis saber si soportan las condiciones edafoclimáticas de vuestra zona.
Lo que debe quedar claro es que estos valores son una media, ¡Todas las plantas tienen un rango de tolerancia por encima o por debajo de estos valores! Uno de los factores más importantes a tener en cuenta, es la resistencia al frío de las variedades de arándano, ya que tenemos variedades que soportan 30 grados bajo cero en invierno y otras a duras penas soportan 5 grados bajo cero, éstas últimas son las variedades enfocadas a climas cálidos.
¿Y la floración de mis plantas de arándano? Cuanta mayor es la resistencia de las plantas a las bajas temperaturas, más tardía es su floración, comenzado en mayo en algunos casos y así evitar las heladas primaverales al máximo. En cambio las variedades de climas más cálidos, pueden florecer muy pronto ya en el mes de febrero.
Pues depende. Y depende de las condiciones de tu suelo y clima (temperatura y precipitaciones). No es lo mismo un suelo arenoso en Huelva a 45 grados con un verano seco que un suelo franco-arcilloso en Asturias a 25 grados en un verano lluvioso.
¿A ti te gustaría beber agua solo 3 días por semana en verano? ¿A qué no, verdad? Pues a las plantas tampoco ¡Recuerda que son seres vivos como tú y como yo!
Lo que queremos haceros entender es que hay varios factores que modifican las condiciones del riego y no siempre se necesita la misma frecuencia de riego o la misma cantidad de agua.
Como normal general para nuestros huertos y terrazas en verano, se deben regar las plantas de arándano a diario, por eso la mejor opción es instalar un sencillo sistema de riego, con un programador de pilas y una tubería de goteo, que todo ello no te cuesta ni 50€ y te olvidas de tener que regar a mano o que se te olvide regar varios días. Según el tipo de suelo, si retiene más o menos agua, los riegos deberán ser más o menos abundantes. La idea es que el suelo siempre tenga humedad y no se quede totalmente seco, que es cuando provocaremos problemas a las plantas. Simplemente con rascar un poco el suelo con la yema de los dedos veremos si hay o no humedad en el suelo.
Obviamente si viene un verano lluvioso como pasa a veces en Asturias, habrá semanas que quizás solo riegues 3 ó 4 días.
Durante el otoño iremos reduciendo los días de riego (a unos 3 días por semana), hasta que veamos que las plantas comienzan a ponerse rojas con la llegada del frío, momento en que podemos cortar totalmente el riego. En zonas muy frías será ya en octubre y en otras zonas menos frías será en noviembre o diciembre.
En cambio, si sois de zonas muy cálidas como Sevilla por ejemplo, donde casi no hay frío en invierno y en donde las plantas no paran totalmente su actividad, probablemente no cortaréis el riego hasta llegado el invierno. Según la climatología de nuestra zona lo iremos ajustando.
A finales de invierno (zonas cálidas) o principios de primavera (zonas más frías) con la apertura de las yemas de flor, reanudaremos el riego. Normalmente durante el primer mes desde la apertura de las yemas de flor, suelen ser suficientes 3 días de riego por semana y luego ya según las temperaturas y las precipitaciones, aumentaremos los días de riego hasta llegar al verano.
Así que como veis el riego es sentido común, y según las temperaturas y las precipitaciones lo vamos ajustando.
Os dejamos un vídeo con nuestros amigos de Laderas del Naranco en el cual explicamos como instalar un sistema de riego para las planta de arándanos.
Sí, por supuesto y es muy importante. Recordad que las plantas son seres vivos y al igual que las personas necesitan “comida” y agua para vivir y desarrollarse.
Cuando comience la floración de vuestras plantas es el momento de comenzar a abonar o fertilizar vuestras plantas y hasta la llegada de los primeros fríos debemos cuidar el abonado de nuestras plantas. Obviamente la floración y la cosecha son las épocas claves donde no debemos dejar a la planta corta de abono o fertilizante.
A grandes rasgos las plantas necesitan 2 tipos de nutrientes; Macronutrientes y Micronutrientes y siempre os recomendamos usar abonos complejos que traen ambos y cubren todas las necesidades nutritivas de las plantas. En el mercado hay muchos tipos de abonos: líquidos, granulados, foliares, en polvo, de liberación lenta o controlada, etc. Y todos ellos usados correctamente funcionan bien.
Sí usáis abonos ecológicos debéis tener en cuenta, que traen menor cantidad de nutrientes y se asimilan de manera más lenta respecto a los abonos convencionales.
En nuestro vivero producimos todo tipo de plantas de arándanos ¡Azules, rojos y rosas! Y también diferentes variedades adaptadas a cualquier clima y para extender la cosecha el mayor tiempo posible. ¡Y por supuesto, cualquier duda puedes contactar con nosotros en el teléfono que hay más abajo!
Elaborado y redactado por Adrián García Villar, Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Nº Colegiado 215, Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos del Principado de Asturias (COIASTUR).
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Juan Carlos García, Guillermo García González de Lena, Marta Ciordia Ara, (2018).
