La madreselva japonesa es una de las especies de Lonicera de crecimiento más rápido, pudiendo crecer más de 1 metro anualmente, alcanzando una altura final de unos 3 metros. Son plantas de pocos cuidados y muy poco exigentes con los suelos y s.e recomienda plantarla en lugares protegidos o parcialmente sombreados, tanto como trepadora como cubresuelos. Estas plantas tienen unas hojas muy características por sus colores verdes con nervaduras amarillas. Sus flores aromáticas, al principio son de color blanco y se tornan amarillas con el tiempo, entre junio y agosto.
Las plantas de madreselva japonesa también producen frutos, que son pequeñas bayas, de color negro con una ligera capa cerosa. Son plantas ideales para cubrir cenadores, pérgolas y todo tipo de soportes.
La madreselva japonesa es una de las especies de Lonicera de crecimiento más acelerado, capaz de alargar más de un metro por año hasta alcanzar alrededor de 3 metros de altura. Es una planta muy rústica y poco exigente, que prospera incluso en suelos pobres y que se adapta bien a zonas protegidas o en semisombra, tanto como trepadora como utilizada como cubresuelos. Su follaje es especialmente llamativo por el contraste entre el color verde de las hojas y sus nervaduras amarillas.
Florece entre junio y agosto, produciendo flores aromáticas que abren en blanco y adquieren tonos amarillos a medida que maduran. Tras la floración, genera pequeños frutos negros con una fina capa cerosa.
Gracias a su vigor y su atractivo follaje, la madreselva japonesa ‘Aureoreticulata’ es ideal para cubrir pérgolas, cenadores y todo tipo de soportes verticales.
Planta en maceta de 2 L.