FAQ

Los principales tipos de grosellas cultivadas son la grosella roja (Ribes rubrum), la grosella blanca (Ribes sativum), la grosella negra (Ribes nigrum) y la grosella dorada (Ribes aureum y Ribes odoratum) cuyas flores son amarillas.

De menor importancia existen otras especies de groselleros, como la grosella roja alpina (Ribes alpinum) originaria de Europa y otras especies americanas como la grosella de cera (Ribes cereum), la grosella apestosa (Ribes bracteosum), la grosella rosa de montaña (Ribes nevadense) o la grosella de flores rojas (Ribes sanguineum) destinada a uso ornamental.

Depende, cuando los arándanos proceden de agricultura 4.0 y son ecológicos como es nuestro caso, no es necesario lavarlos. Si bien, a veces pueden tener polvo o suciedad del ambiente y es recomendable lavarlos antes de consumirlos al igual que si son de agricultura convencional.

Los arándanos están recubiertos por una capa de cera natural o pruina, que mejora su conservación, por lo tanto es preferible lavarlos justo antes de consumirlos y no antes de meterlos en la nevera, ya que al lavarlos eliminamos esta cera natural y se deben secar totalmente para evitar la aparición de hongos o que se queden pegados entre ellos.

Sí, los arándanos y frutos del bosque se pueden congelar perfectamente y aguantan hasta 1 año congelados sin alterar prácticamente sus propiedades beneficiosas para nuestra salud. A la hora de descongelarlos es recomendable hacerlo en la nevera y no directamente a temperatura ambiente, para evitar que se deformen o rompan en exceso una vez se sacan del congelador. Si los vamos a usar para transformar, como zumos o batidos, se pueden usar directamente congelados.

La principal diferencia entre el kiwi enano (baby kiwi) y el kiwi es que los primeros son muchos más dulces y pequeños, comiéndose de un bocado y sin necesidad de pelarlos, además el baby kiwi tiene mayor concentración en antioxidantes que el kiwi normal.

El kiwi enano también es conocido como mini kiwi, kiwiño o kiwiberry. Son plantas más rústicas y versátiles que las de kiwi, adaptándose fácilmente a cualquier tipo de estructura, lo que las hace ideales para cultivar en nuestros huertos o jardines. 

Las fresas se pueden clasificar por el tamaño de sus frutos, por sus requerimientos de luz o por sus necesidades en horas de frio invernal, dando lugar a diferentes tipos de fresas. Atendiendo al tamaño de las fresas y de manera más coloquial, podemos diferenciar 3 tipos de fresas; Las más pequeñas conocidas como fresas del bosque o fresas silvestres y cuya variedad por excelencia es Reina de los Valles, las de tamaño mediano conocidas simplemente como fresas y las más recientes y con un tamaño de fruto muy grande, conocidas como Fresón.

Por otro lado, las fresas se clasifican agronómicamente según sus requerimientos en horas de luz, lo que se conoce como fotoperiodo o por sus necesidades en horas frío. En esta clasificación podemos diferenciar 3 grupos de fresas: día corto, día largo y día neutro.

Las frambuesas negras y las zarzamoras son dos de los frutos del bosque con mayor concentración total de antioxidantes junto con la aronia. Aunque se pueden confundir a simple vista, las frambuesas negras están recubiertas por una “telilla” blanca que las diferencia de las zarzamoras, que son completamente negras.

La frambuesa negra (Rubus occidentalis) es mucho más desconocida y su cultivo está menos extendido que el de la zarzamora (Rubus fruticosus), lo que provoca, en el caso de la frambuesa negra, que solo haya unas pocas variedades muy tradicionales, principalmente la conocida como “Joya negra” con un sabor menos dulce y un tamaño de fruto algo inferior a la zarzamora. En cambio, actualmente tenemos un abanico de nuevas variedades de zarzamora sin espinas con un sabor exquisito, que producen unas zarzamoras muy jugosas y enormes, que son una delicia al paladar y a la vista.

Otra diferencia entre estas drupas, es que cuando recolectamos las frambuesas negras, al igual que el resto de frambuesas, se desprenden de su núcleo (receptáculo) quedando el interior del fruto hueco, mientras que en las zarzamoras, el núcleo se queda dentro del fruto cuando las recolectamos de la planta. En lo que sí coinciden ambos frutos, es en su bajo contenido en azúcar y calorías, ideales para añadir a cualquier dieta.

Lo que todos conocemos como antioxidantes o más recientemente nombrados compuestos bioactivos o fitoquímicos, son sustancias naturales o a veces artificiales, que previenen el daño oxidativo en nuestro organismo provocado por los radicales libres, lo que nos aporta un gran número de beneficios. De manera natural están presentes en verduras y frutas, y muy especialmente en los frutos rojos (tanto bayas como drupas), los cuales se han hecho mundialmente famosos y habituales en nuestra dieta, gracias a sus altísimas concentraciones de estos antioxidantes.

Aunque nuestro cuerpo produce ciertos antioxidantes (endógenos), el aporte que nos bridan los frutos del bosque es excepcional para aumentar los niveles de antioxidantes y de esta manera eliminar o neutralizar eficazmente los radicales libres en nuestro organismo.

Desde el punto de vista agronómico, las bayas son frutos carnosos sin hueso, que derivan de un ovario súpero, es decir, tanto el ovario como las otras partes florales (sépalos, pétalos y estambres) se encuentran sobre el mismo punto de inserción del receptáculo. El ovario da lugar a un pericarpio (parte que recubre las semillas), totalmente carnoso o jugoso, como por ejemplo una uva, un kiwi o un tomate.

Sin embargo lo que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en las “bayas” son los mal llamados “frutos rojos”, frutos del bosque o “berries”, que en climas fríos o templados podemos recolectar de manera silvestre en los arbustos de bosques o montañas.

La principal diferencia entre la grosella y el arándano está en el color y sabor de las bayas; Mientras que el arándano es violeta y dulce, la grosella es más ácida de sabor y produce frutos de diferentes colores como rojo, blanco, verde y negro, siendo este último color el que tiene un sabor más amargo. Ambos frutos rojos producen preciosos racimos de fruta.

La agricultura 4.0 es la agricultura del futuro; Una agricultura de precisión y de conservación, respetuosa con el medio ambiente y digital, que va un paso más allá de la agricultura ecológica actual, englobada dentro del marco “Agricultura 2030” del pacto verde de la Unión Europea.

En la agricultura 4.0, gracias a las nuevas tecnologías, podemos controlar la gran mayoría de factores que intervienen en la producción y así poder darle a la planta en cada momento exactamente lo que necesita, reduciendo en gran medida el uso de fertilizantes e insumos con el consiguiente beneficio que esto conlleva, reduciendo la contaminación del suelo y acuíferos. Además trata de minimizar en todo lo posible la alteración mecánica del suelo además de la conservación de una cubierta vegetal permanente.

También trata de reducir el uso de fitosanitarios (pesticidas) al mínimo o al menos un 50%, con un manejo integral de plagas mediante el uso de lucha biológica y el trampeo preventivo.

Otro aspecto muy importante es mejorar la trazabilidad de los productos y que el consumidor final tenga una transparencia total de todo el proceso productivo de la fruta que está comprando. Además otros factores muy importantes que están dentro de los objetivos de esta agricultura 4.0, son la reducción de la huella hídrica al mínimo o fomentar el comercio de proximidad para reducir la huella de carbono.

Toda esta estrategia también se conoce como “De la granja a tu mesa” o “Farm to Fork” por sus siglas en inglés y es la estrategia que seguimos en Arándanos el Cierrón con los frutos del bosque que producimos (arándano, grosella roja y mini kiwi/kiwiño).

Las antocianinas son un grupo de pigmentos vegetales solubles en agua, presentes en vegetales y frutas y en muchos casos son las responsables de su color. A las antocianinas se les atribuyen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antioxidantes.

En el caso de los frutos rojos o bayas, suelen dar color violeta, azul o rojo, siendo las más comunes la pelargonidina, petunidina, delfinidina, malvidina y cianidina; Siendo ésta  última la más abundante en el arándano y responsable de su característico color violeta.

Es muy importante saber conservar correctamente nuestros arándanos o frutos rojos, ya que podemos degradar y perder contenido en antocianinas, debido a la exposición a altas temperaturas o la excesiva presencia de oxígeno. Además el pH juega un papel fundamental en la estabilidad de las antocianinas, de ahí que es mucho mejor comer los arándanos o bayas entre comidas, ya que una elevada exposición a pH ácido en el tracto gastrointestinal (normalmente cuando comemos mucho) puede afectar a su absorción y disponibilidad.

Elaborado y redactado por Adrián García Villar, Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Nº Colegiado 215, Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos del Principado de Asturias (COIASTUR).

La estrategia de “La granja a tu mesa” o “Farm to Fork (F2F)” por sus siglas en inglés, es una estrategia desarrollada por la Unión Europea dentro del Pacto Verde y el marco de “Agricultura 2030”, donde se pretende crear una agricultura de futuro, también conocida como Agricultura 4.0.

Una agricultura digital y de precisión donde se reduzca el excesivo uso de fertilizantes o insumos y su consiguiente contaminación; Una agricultura ecológica y respetuosa con el medio ambiente con la reducción de los fitosanitarios (pesticidas) mediante el uso de manejo de plagas integrales (lucha biológica y trampeo preventivo) y con una trazabilidad y transparencia total de cara a aumentar la seguridad alimentaria y que el consumidor final sepa cómo se ha producido en todo momento la fruta que está comprando.

En arándanos el Cierrón estamos muy comprometidos con esta campaña y ya podéis adquirir nuestros arándanos de agricultura 4.0, que enviamos recién recolectados en menos de 24H a cualquier punto de España y Portugal.

Una drupa es un fruto carnoso con hueso como una cereza o una endrina, en donde su pericarpio no es totalmente comestible a diferencia de una baya. En el caso de una drupa su endocarpio da lugar a lo que llamamos hueso y en muchos casos su piel externa (epicarpio) es dura y debemos retirarla. Por lo tanto es su mesocarpio, conocido comúnmente como pulpa, la única parte del fruto carnosa y comestible. Sin embargo dentro de los frutos rojos, tenemos un caso particular de frutos principalmente en el género Rubus de la familia de las rosáceas, como son la frambuesa y la zarzamora, que agronómicamente son polidrupas (drupecetum), porque proceden de un gineceo apocárpico (carpelos independientes) y que podemos comernos directamente como una baya, sin necesidad de pelar ni retirar ninguna piel o hueso. Cada una de las pequeñas unidades que forman los frutos y contiene las semillas se conoce como drupeola.

Sí, por supuesto. La mayoría de las variedades de arándanos y frutos rojos o bayas, son originarias de zonas con inviernos bastante fríos. Y llegan a soportar fácilmente, hasta 20 grados bajo cero durante el invierno, cuando las plantas están en parada vegetativa, incluso en algunos casos soportan hasta 30 grados bajo cero. Por lo tanto, no hay lugar en España en donde no se puedan cultivar plantas de arándanos por problemas de frío. Si bien, debido a que existen algunas variedades para climas cálidos, es importante que cuando compréis vuestras plantas de arándanos, escogáis las variedades con una tolerancia adecuada al frío para vuestra zona.

¡No, en absoluto! La aronia no es venenosa, ni sus frutos o semillas ni ninguna otra parte de las plantas, como hojas o tallos.

A menudo el fruto de la aronia, en concreto el fruto negro de la especie Aronia melanocarpa, se confunde con el del cerezo de Virginia o capulín de Virginia (Prunus virginiana), cuyos frutos tampoco son venenosos, en cambio sí lo son sus hojas o tallos debido a su contenido en ácido cianhídrico o ácido prúsico. Esta confusión es acentuada también por la similitud de sus nombres en inglés, aronia se llama “Chokeberry” y el cerezo de Virginia “Chokecherry”.

¡Así que podéis estar tranquilos, consumir aronia sin ningún miedo y aprovecharos de sus increíbles beneficios!

Los arándanos tienen un periodo de conservación en fresco de entre 2 a 3 semanas conservándolos en la nevera. Obviamente cuando son recién recolectados, el periodo de conservación puede ser aún mayor.

Es una capa de cera natural creada por la planta para recubrir los frutos de arándano y así protegerlos contra enfermedades y agentes externos. La pruina, ayuda a aumentar la conservación de los arándanos, por ello es preferible no lavarlos antes de conservarlos en nevera, sino justo antes de consumirlos, si esto fuera necesario.

Todos los frutales de hoja caduca necesitan un tiempo mínimo de reposo invernal, para que cuando llegue la primavera puedan tener una buena floración y producción. Esta necesidad de reposo se denomina “horas frío”.

Las “horas frío” en fruticultura se miden desde que las plantas pierden las hojas, o sea, cuando ya están en parada vegetativa, aproximadamente desde noviembre a marzo, según latitud, zona climática y otros factores.

Aunque desde el plano científico hay distintas fórmulas  para medirlas, básicamente la forma de contabilizarlas es, durante el periodo mencionado, sumar todas las horas del día que estén por debajo de 7º e incluso los negativos. Y también influye como vienen repartidas estas horas de frío durante este periodo.

De esta forma, podemos saber que especies o variedades se adaptan a nuestra zona climática, ya que, dentro de la misma especie puede haber variedades con distinto requerimiento de “horas frío”.

Sí, si coincide en el mismo periodo de tiempo la floración de ambas especies, ya que el mini kiwi o kiwiño (Actinidia arguta) florece varias semanas antes que la mayoría de variedades de kiwi (Actinidia deliciosa).

Al ser especies cercanas pero no similares, la polinización nunca será tan buena como con machos de su misma especie. Por eso para polinizar Mini kiwi, Kiwiño o como también se conoce Kiwiberry o Baby kiwi, el mejor macho que podéis usar es la variedad Weiki.

No, en absoluto. Los arándanos se comen directamente, ya que su piel es comestible y prácticamente imperceptible al gusto. Además la mayoría de las propiedades tan beneficiosas que nos aportan los arándanos a nuestra salud, se encuentran en su piel. Solamente deberás lavarlos en el caso de que así fuera necesario tal como explicamos en este enlace.

Los frutos de Mini kiwi o Kiwiño (Actinidia arguta) también conocidos como Kiwiberry o Baby kiwi, se pueden comer directamente sin pelarlos, ya que su piel es fina y comestible, como la mayoría de frutos rojos y a diferencia de su primo mayor el kiwi. Además gracias a su menor tamaño se pueden comer de un solo bocado, casi como un snack o aperitivo.

También es posible pelarlos o chupar la pulpa de su interior sin comer la piel, ya a gusto de cada uno. En lo que sí coincide todo el mundo, es en que están deliciosos, extremadamente dulces y encima nos aportan unos beneficios increíbles a nuestra salud, ya que tienen una altísima concentración en antioxidantes.

Por supuesto, al igual que el resto de plantas de frutos del bosque. Para cultivar plantas de arándano en maceta, solo necesitas un sustrato ácido de al menos pH 6 y una maceta de 40 litros, que es lo suficientemente grande para permitir producir arándanos durante 8 a 10 años sin problemas. Y con nuestras plantas grandes para cosechas inmediatas, te será aún más fácil cultivar tus propios arándanos.

Sí, aunque “autofértil” no es el término correcto, sino que es partenocárpico (que puede producir frutos sin fertilización de los óvulos). Por eso, estas variedades de Mini kiwi o Kiwiño (Actinidia arguta), es recomendable combinarlas con otras, para mejorar la polinización y que los frutos sean de mayor calidad.

En lo que no todos los autores están de acuerdo, es en que sirvan como macho para plantaciones profesionales, en cambio para uso doméstico, si se pueden usar como machos con la ventaja de producir frutos, a diferencia de los machos convencionales que solo producen flores. Una de las variedades “autofértiles” más conocidas de Mini kiwi, Kiwiño o también conocido como Kiwiberry o Baby kiwi es la variedad Issai.