Blog

La uva crispa o uva espina son unas bayas o frutos rojos de buen tamaño, producidas por una familia de arbustos de tamaño mediano, en su mayoría de la especie Ribes uva-crispa, cuyas plantas son conocidas comúnmente como uva espina, grosella espinosa o agranzón. Pero a diferencia de sus “primas” las grosellas, las uva crispa no producen racimos de fruta, sino que producen frutos aislados de mayor tamaño y algo más dulces con un sabor jugoso y refrescante. Y son una rica fuente en minerales, vitaminas, ácidos esenciales y antioxidantes, con una altísima concentración de vitamina C, responsable de su característico sabor.

Al igual que el resto de frutos del bosque o bayas, la uva crispa o grosella espinosa (Ribes uva crispa), nos aporta un sinfín de propiedades y beneficios a nuestra salud, de los cuales hablaremos más adelante.

Las plantas de uva crispa pertenecen al género Ribes de la familia Grossulariaceae, al igual que sus parientes las grosellas. Aunque como os comentamos en la entrada de blog de “Que es la grosella”, su clasificación taxonómica todavía es un tema caliente. Si bien hoy en día, la mayoría de expertos concuerdan en que pertenecen al subgénero Grossularia.

Dentro de este subgénero, hay dos tipos principales de uva crispa o grosella espinosa. La primera es la uva crispa Ribes hirtellum, originaria del Norte de Estados Unidos y Canadá. Y la segunda es la de origen europeo Ribes uva-crispa, un poco más grande y productiva, de donde se obtienen la mayoría de variedades que cultivamos en nuestros huertos o jardines. Sin embargo, aunque la mayoría de variedades comerciales provienen de la especie europea, éstas son muy sensibles al mildiu americano que se introdujo por accidente en Europa y es por eso que las variedades más recientes uva crispa, se han cruzado con Ribes hirtellum, la cual, es totalmente resistente a este hongo.

No debemos confundir éstas plantas, con otras también llamadas “Uva espina” pero que no entran dentro de la clasificación hortícola de auténticas bayas, como el Physalis (Golden berry) o la uva crispa china.

¡Dicho esto prosigamos con un poco de historia! Como la mayoría de frutos rojos son originarios del Norte de Europa, casi siempre son conocidos por sus nombres en inglés o alemán. En el caso de las uva crispa o uva espina, su término anglosajón es “Gooseberry” que traducido literalmente significa “la baya del ganso” ¡Pero creedme cuando os digo que los gansos no han tenido nada que ver con esto!

Todo comienza hace siglos con las traducciones de la palabra latina Grossularia. Se tradujo  al francés como “Groseille” pero al inglés fue “Gooseberry”, es decir, en algún momento se perdió la letra “r” de “Grooseberry”, que es como debería haber sido traducida correctamente del latín, y gracias a este error, se da la coincidencia con la palabra “Goose” que significa ganso en inglés. Sin embargo en alemán se conoce como “Stachelbeeren” que significa literalmente “baya con espinas”. Por otro lado, el término Crispa proviene de la raíz alemana “kraus” que significa "baya crujiente" y la uva crispa sin duda lo es.

En España la uva crispa o grosella espinosa es conocida en las zonas frías, donde las podemos encontrar de manera silvestre, sin embargo no tenemos la larga tradición que tienen en el Norte de Europa. En Estados Unidos a partir de 1911 la uva crispa fue prohibida, porque era un huésped intermediario de una enfermedad fúngica que infectaba los pinos blancos, de ahí que haya una menor tradición con este cultivo. La prohibición federal se levantó en 1966, con la llegada de nuevas variedades de uva crispa resistente a dicha enfermedad, pero algunos estados, particularmente en el noreste, todavía restringen algunas o todas las variedades de uva espina (Ribes uva-crispa) y por eso su consumo no está tan extendido como en el Norte de Europa.

Las plantas de uva crispa o grosella espinosa son extremadamente resistentes al frío y las heladas, soportando temperaturas de hasta -30 ºC grados en parada vegetativa (invierno). Son arbustos muy robustos de porte mediano/pequeño, que no suelen sobrepasar los 1,20 metros de altura y 1 metro de ancho, por lo que son ideales para cualquier espacio.

¿Y cómo se cocina la uva crispa?

Pues muy sencillo, para hacer postres o cualquier receta se debe eliminar previamente el tallo (que se quita fácilmente con la mano) y los restos de las flores (que se cortan con cuchillo). Una vez retiradas ambas partes, se cortan por la mitad y se cocinan con mantequilla o azúcar. La uva espina o grosella espinosa también es una excelente opción para hacer un chutney dulce y salado. Además se pueden combinar con cebollas o vinagre y luego hervir a fuego lento hasta que espesen, liberando así de manera natural su pectina.

Sea cual sea la manera en que las disfrutes, la uva crispa (Ribes uva-crispa)  te va a aportar un gran número de beneficios a tu salud y es que son una rica fuente en antioxidantes, minerales y vitaminas, además la uva espina es extremadamente baja en calorías y grasas. Su altísima concentración en Vitamina C, tiene un papel fundamental en la respuesta inmunológica del cuerpo humano. Como resultado de esto, nos ayuda a combatir los procesos inflamatorios, protegernos contra las infecciones y mejorar la salud de nuestra piel al estimular la producción de colágeno. En menor cantidad, también nos aporta vitaminas A, E, K, B3, B5 y B6 además de colina y folato.

Además la grosella espinosa, contiene numerosas clases de polifenoles (antioxidantes), que tienen propiedades protectoras de la salud, ayudándonos a revertir el daño oxidativo provocado por los radicales libres en nuestro organismo. Los ácidos esenciales presentes en la uva crispa como el clorogénico, gálico y elágico junto con la quercetina son potentísimos antioxidantes, que nos ayudan entre otras muchas cosas, a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayudan a mejorar la memoria y prevenir enfermedades neurodegenerativas y tienen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antimutagénicas.

Y por si fuera poco, la uva crispa o grosella espinosa también tiene una alta concentración en nutrientes, aportándonos cobre, manganeso y potasio junto con una alta concentración en fibra dietética, lo que hace tener a la uva crispa, un efecto laxante y aportarnos muchos más beneficios. La fibra actúa como fuente de alimento prebiótico para la microbiota que habita el tracto intestinal y se demostró en estudios científicos, que los niños con una mayor ingesta de frutas, parecen tener una microbiota intestinal más saludable y se reduce el riesgo de tener diabetes tipo II.

Tradicionalmente se preparan uvas crispa inmaduras guisadas, que se utilizan como tónico para limpiar el organismo gracias a sus propiedades tan beneficiosas.